Patones de Arriba |
Al principio subsistían a través de la ganadería, la caza y la agricultura y el rey de Patones era el hombre más anciano del pueblo consiguiendo que Patones se rigiese por sus propias leyes. Era un lugar oculto, desconocido para todos y autogobernado, lo que le convertía en un pueblo casi utópico.
Pero parece ser que la realidad del origen de Patones de Arriba. fue la familia Patón, unos ganaderos que construyeron el pueblo en lo alto de la montaña para estar cerca de su ganadería y no tener que subir y bajar.
En 1940, los habitantes de Patones de Arriba, buscando la vega del río Jarama, fundan Patones Abajo (donde hoy vive el grueso de la población. Patones estuvo abandonado varios años hasta hace treinta añoa aproximadamente, cuando unos jóvenes y los primeros comerciantes restauraron el pueblo que hoy podemos visitar. Hoy en día viven muy pocas personas: la dueña de uno de los restaurantes, una mujer centenaria y un hombre que se dedica al arte de los zapatos. Dicen que en los 70, los pocos habitantes que quedaban eran rubios con ojos claros.
Rincón de Patones de Arriba |
Como decíamos al principio, Patones de Arriba está enclavado en un paraje inmejorable ofreciéndonos múltiples posibilidades en su entorno. Por ejemplo el embalse de El Atazar, el Pontón de la Oliva, el Canal de Cabarrús o la ermita de la Virgen de la Oliva. Por la zona podremos realizar rutas a pie, en moto, en bici, a caballo o en 4x4.
Embalse de El Atazar |
Restaurantes donde podremos degustar su gastronomía tradicional son, por ejemplo, El Rey de Patones, La Terraza de Patones o La Cabaña.
Sus fiestas más importantes son La Candelaria, el 2 de Febrero, donde se celebra una procesión y hay música y juegos; San José, el 19 de Marzo y San Juan, el 24 de Junio con encierros y hogueras.
El encanto que tiene Patones le hace ser uno de los pueblos que más merecen la pena en la Comunidad de Madrid. Sólo pueden acceder hasta él los coches de los habitantes o de los trabajadores -hay un aparcamiento en la parte baja donde dejar el coche-, pero merece la pena subir hasta arriba del todo por todo lo que nos vamos a encontrar en Patones de Arriba. No os lo perdáis.
Calle de Patones de Arriba |
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