viernes, 20 de enero de 2012

PATONES DE ARRIBA. MADRID

  Patones de Arriba es un municipio situado al nordeste de la Comunidad de Madrid, a 60 kilómetros de la capital de España. Su enclave es excepcional y la belleza de su arquitectura ha hecho que sea declarado Bien de Interés Cultural.


Patones de Arriba
  Hay mucho de leyenda a la hora de contar la historia de esta localidad. Cuentan que el pueblo fue construido para no ser encontrado, por ello está ubicado en lo alto de una montaña, entre rocas y con un difícil acceso. Varias familias se establecieron en este lugar huyendo de la ley musulmana. Dicen que estaba tan escondido que fue el único lugar de la Península Ibérica que no conquistaron las tropas napoleónicas ya que no lo encontraron.


  Al principio subsistían a través de la ganadería, la caza y la agricultura y el rey de Patones era el hombre más anciano del pueblo consiguiendo que Patones se rigiese por sus propias leyes. Era un lugar oculto, desconocido para todos y autogobernado, lo que le convertía en un pueblo casi utópico.


  Pero parece ser que la realidad del origen de Patones de Arriba. fue la familia Patón, unos ganaderos que construyeron el pueblo en lo alto de la montaña para estar cerca de su ganadería y no tener que subir y bajar.


  En 1940, los habitantes de Patones de Arriba, buscando la vega del río Jarama, fundan Patones Abajo (donde hoy vive el grueso de la población. Patones estuvo abandonado varios años hasta  hace treinta añoa aproximadamente, cuando unos jóvenes y los primeros comerciantes restauraron el pueblo que hoy podemos visitar. Hoy en día viven muy pocas personas: la dueña de uno de los restaurantes, una mujer centenaria y un hombre que se dedica al arte de los zapatos. Dicen que en los 70, los pocos habitantes que quedaban eran rubios con ojos claros.


Rincón de Patones de Arriba

  Una de las cosas por las que destaca el municipio es por su arquitectura, sus calles empedradas y su casas de piedra, pizarra y adobe. Es uno de los sitios de la Comunidad de Madrid donde más se puede apreciar la arquitectura negra (construcciones de pizarra y roca). En el pueblo podremos visitar la iglesia de San José que actualmente es centro turístico y cultural, el lavadero y Fuente Nueva, donde se reunían las mujeres frente a la taberna, las eras de pizarra donde se realizaba la trilla o el horno de pan. Para quien disfrute con el arte rupestre, puede ir a la Cueva del Reguerillo con 300 metros de galerías llenas de pinturas de ciervos, peces y figuras humanas.

  Como decíamos al principio, Patones de Arriba está enclavado en un paraje inmejorable ofreciéndonos múltiples posibilidades en su entorno. Por ejemplo el embalse de El Atazar, el Pontón de la Oliva, el Canal de Cabarrús o la ermita de la Virgen de la Oliva. Por la zona podremos realizar rutas a pie, en moto, en bici, a caballo o en 4x4.

Embalse de El Atazar

  La gastronomía es uno de los grandes atractivos de la localidad con varios restaurantes en las calles. La especialidad es el cordero asado, las carnes a la brasa y las migas.

  Restaurantes donde podremos degustar su gastronomía tradicional son, por ejemplo, El Rey de Patones, La Terraza de Patones o La Cabaña.

  Sus fiestas más importantes son La Candelaria, el 2 de Febrero, donde se celebra una procesión y hay música y juegos; San José, el 19 de Marzo y San Juan, el 24 de Junio con encierros y hogueras.

  El encanto que tiene Patones le hace ser uno de los pueblos que más merecen la pena en la Comunidad de Madrid. Sólo pueden acceder hasta él los coches de los habitantes o de los trabajadores -hay un aparcamiento en la parte baja donde dejar el coche-, pero merece la pena subir hasta arriba del todo por todo lo que nos vamos a encontrar en Patones de Arriba. No os lo perdáis.

Calle de Patones de Arriba









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